lunes, 21 de marzo de 2011

No tengo objeción, sin embargo…

Mons. Carlos Duarte Costa: lucho por una Iglesia Católica libre


Por Esteban Mazza.
Buenos Aires.

Realmente no tengo objeción a que los hermanos presbíteros de la Santa Iglesia Católica Romana mantengan tozudamente su filiación, pertenencia y lealtad al pueblo de Dios expresado en las comunidades locales, sus expresiones de base, sus hermanos en el ministerio, e incluso a seguir fieles (aunque en desobediencia) a sus obispos. Creo entenderlo y en parte compartirlo.

Pero me llama mucho la atención que sigan participando tan integralmente en el espíritu exclusivo de una unicidad católica, sin reconocer, ni ver (a juzgar por sus escritos) que más allá de la versión Romana hay otras catolicidades en las que la inclusividad es central. Lemos bien a San Ireneo, el meollo de la catolicidad (la diversidad de testimonio de los evangelistas) es parte inherente del Evangelio.

No deja de llamarme la atención que se niegue en forma enfática, consistente y atrozmente cortesana, la experiencia de otros hermanos, de igual y más rancia tradición católica, que tuvieron que apartarse del magisterio romano para mantenerse dentro del espíritu de la catolicidad... me refiero a monjes como Lutero, a abogados como Calvino, a iglesias nacionales como la de Inglaterra y la antigua Católica, y en un momento a la de Las Filipinas.

Fueron intentos a veces exitosos, otras veces no tanto, de búsqueda, y esfuerzo de persistir en la fe, obedientes a Cristo y su buena noticia "y no a los hombres del Sanedrín"

Vaya esfuerzo contenido de rendir homenaje a tantos hermanos valientes que siguen llamando a otros a ser valientes y confiar en la gracia Divina, de proclamar buenas nuevas, y de no seguir ninguneando a sus hermanos.+ (PE)



Fuente: ECUPRES

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