jueves, 18 de agosto de 2011

Colombia: VIVA LA PAZ.


Por: Oscar Hernández.

Antes durante y después de la realización del Encuentro Nacional de Paz el gobierno nacional, las fuerzas militares y los enemigos de la paz de Colombia a través de los medios de comunicación intentaron torpedear el encuentro de miles de campesinos, indígenas, estudiantes y afrodecendientes en la ciudad de Barrancabermeja; los esfuerzos por desprestigiar tan importante iniciativa para la paz fueron aplastados por la masiva movilización que fue acogida en la capital del magdalena medio colombiano con el único objetivo de formularle al pueblo y la sociedad colombiana caminos concretos que conduzcan al fin del conflicto armado que nos afecta desde hace mas de medio siglo.

la posición de los militaristas y los señores de la guerra es comprensible pues ante la posibilidad real de paz que significa una movilización de estas magnitudes sus intereses están seriamente amenazados, el saber que hubo miles de colombianos que viajaron treinta horas o mas por ríos, trochas y carreteras para denunciar la violación de derechos humanos, el desplazamiento, las detenciones arbitrarias y demás consecuencias de esta guerra degradada en campos y ciudades

pone a temblar a quienes han amasado grandes fortunas anegando al pueblo colombiano en sangre, por esto sus acciones desesperadas.

Con cuarenta grados a la sombra y durmiendo en carpas, hamacas o en el duro piso de un coliseo mas de quince mil personas entre hombres, mujeres y niños se hermanaron en un solo espacio para hablar de su tragedia y para proponer desde sus experiencias de organización y de vida soluciones para buscarle una salida al conflicto colombiano, con la fuerza que da un sancocho campesino o una frijolada preparada en olla comunitaria y con la moral que da el reconocer en otros rostros el anhelo de paz las propuestas fueron surgiendo desde lo más profundo de la Colombia herida; la movilización constante a favor de la paz, la realización de constituyentes regionales para terminar en una gran constituyente nacional, el apoyo al proyecto de Ley de Reforma agraria integral presentado recientemente por las organizaciones campesinas y el ofrecimiento de los territorios indígenas del cauca para ser escenario de un proceso de paz entre el gobierno y las guerrillas son las propuestas mas destacadas que marcaran la ruta del pueblo colombiano en el camino hacia la paz bajo el lema: el dialogo es la ruta.

Efectivamente las guerrillas colombianas de las FARC y el ELN participaron en el evento como la inteligencia militar y los medios de comunicación lo habian anticipado, por las calles de Barrancabermeja no se vio ni un fusil, ni una capucha, no hubo personal uniformado diferente a los miles de policías que custodiaron el evento y no hubo explosiones ni victimas que lamentar; las guerrillas enviaron comunicados en físico y en video manifestando su disposición al dialogo serio con el gobierno al que acusaron de no tener verdadera voluntad de paz por estar cegado con la ilusión de la victoria militar sobre la insurgencia. La propuesta de paz del gobierno colombiano nunca llego al evento, ni en físico ni en video, solo el gobernador de Santander Horacio Serpa hizo presencia, pero el no puede hablar de paz pues ha convertido a la Universidad Industrial de Santander en teatro de guerra contrainsurgente con cientos de policías armados hasta los dientes.

El presidente Santos solo se pronuncio dos días después de terminado el evento, dijo que si la guerrilla no se rinde no habrá paz y defendió nuevamente la tesis de la resolución de conflicto colombiano por la vía armada, es una posición coherente con los sectores de poder que representa pues pronunciar las palabras proceso-de-paz equivale en la practica a ruptura en el bloque de poder e ingobernabilidad. Pero la verdad es mas dura que el hierro y las cifras no mienten, el “fin del fin” esta lejos lejos, el dinero de la guerra se agota y la sociedad colombiana hastiada de la guerra se moviliza masivamente para exigir con voz altiva paz, justicia social y castigo a los responsables.

La guerra no da tregua, durante la realización del evento se dio parte de varias acciones armadas en el país, solo durante este fin de semana murieron mas de siete militares en los departamentos del valle, meta y norte de Santander y se reportaron mas de una decena de heridos, de las guerrillas son mas de cinco los muertos y capturados y la población civil reporto desplazamientos masivos en las zonas de combate, bombardeos y violaciones a los derechos humanos por parte de los actores del conflicto. Es claro que esta situación no es remediable con la simple realización de un evento, la paz requiere de muchos mas sacrificios de toda la sociedad colombiana para desenredar el complejo entramado de la guerra, pero lo sucedido en Barrancabermeja es prueba irrefutable de la voluntad de los movimientos sociales para entablar un gran dialogo nacional entre los colombianos que abra caminos hacia la paz; las manifestaciones populares y el mensaje de la insurgencia no pueden ser tomados a la ligera por los analistas del conflicto, la sociedad colombiana y una de las partes en conflicto han manifestado su voluntad, es al gobierno al que le corresponde esta vez despojarse del discurso militarista para hacerle una propuesta seria de paz al país.

El pueblo colombiano reunido a orillas del rio magdalena no solo lloro sus penas, el folclor colombiano animo el camino con arpas, acordeones y hip hop para decirle al mundo que en Colombia lo que se está creando es una nueva cultura de paz que surge desde los sectores populares. Los políticos, los músicos y los activistas confluyeron en un gran rio de colores que es señal inequívoca del futuro de paz que se acerca para Colombia, las delegaciones partieron para sus regiones al son de las músicas típicas con la tarea clara de fomentar la cultura de paz en todos los rincones del país pero se volverán a encontrar en el camino que conduce a la paz de Colombia, en este camino el dialogo es la ruta.

Fuente: ApiaVirtual

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