jueves, 22 de diciembre de 2011

La Navidad de los que reclaman justicia está llena del amor de Dios…




Cuando se marcharon, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: —Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. (Mt. 2,13)

Montevideo, diciembre de 2011 –

Si miramos de frente a este mundo, podemos decir, que hoy más que nunca se perciben enormes desigualdades e injusticias, la humanidad, se debate por crear un nuevo paradigma de convivencia global, mientras aquellos que detenta el poder, forcejean por espacios que les permita ser los más poderosos…

El mundo se parece a un arca, en donde los ricos acumulan riqueza, poder y prestigio, mientras el resto de la humanidad…la inmensa mayoría trabajadores o pueblos arrinconadas hasta la hambruna, en este proceso que el capitalismo neoliberal en derrumbe ha iniciado, acumulan pobreza, su voz no es escuchada y son los olvidados de las políticas globales…
Un mundo donde la sobreexplotación, las dinámicas de producción y la locura extrativista, están llevando a pasos acelerados hacia eventos de carácter ambiental y climática, en donde por primera vez se vuelve plausible un escenario, en el que la especie humana estén en peligro globalmente…
Ni que hablar de la Roma de turno, tan sanguinaria y terrible como la de antaño y tal vez más…
Por eso para encontrar al niño Jesús…Dios en medio de la historia…debemos recurrir a los lugares en donde la humanidad esta más herida…Haití, Palestina, Somalia, Afganistán, Honduras…En todos los lugares donde la justicia de Dios, donde el amor y la libertad son conculcados, para que algunos tengan más poder, riqueza y prestigio…
Pero la navidad cobra una nueva dimensión, hoy María, aquella que da pare la Luz…viene de una nueva forma…un rostro joven como aquella Navidad, y hoy su Magnificat, esta lleno de nuevas expresiones, como nuestros sueños no caben en sus Urnas…otro mundo es posible…Esta presente en las Asambleas de los vecinos en los barrios, en los indignados reclamando justicia y libertad, en todo el orbe…y contra ella esta el eterno Dragón, tratando de asesinar al niño…
Pero este tiempo nuevo…queremos imaginar el mundo como un gran pesebre, en donde, ojala, nos toque el papel de los Pastores, pobres, despreciados, ritualmente impuros, para la gente de bien…En medio de ellos, van aparecer los Ángeles, que por esta vez, dirán PAZ Y JUSTICIA EN LA TIERRA y alentarán aquellos que tratando de crear relaciones entre los seres humanos, que se compadezcan del AMOR que DIOS nos TIENE, nos reconozcamos hermanos, miembro de un pesebre común en donde compartiremos, los que somos y tenemos, para que todos puedan tener su plato lleno de LUZ, DE VIDA, DE JUSTICIA, DE LIBERTAD Y DE ALIMENTO…Siempre estará el Herodes…dispuesto a aniquilar la vida…para oponerse a lo nuevo que viene de DIOS, pero en esta navidad, como los pastores salgamos a las calles, en buscan de un pesebre… “Con un niño envuelto en pañales”…
Pero para eso, como dice Dolores Aleixandre debemos Velar, en el frío de la noche (con los hambrientos, con los olvidados, con los postergados)…Que la Luz…de la estrella, ilumine el camino de nuestra historia…Y a todos los hermanos…de los cuatro rincones del mundo, especialmente a los que más sufren, el abrazo fuerte y apretado…Porque como se ha dicho tantas veces, en medio de lo más oscuro de la noche, es el comienzo del AMANECER QUE YA VIENE…
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)

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