viernes, 3 de febrero de 2012

Los 10 libros que han sido (sorprendentemente) prohibidos o censurados.


  
3 de febrero de 2012 | 20:45
Ya sea por miedo, como método de control social o por simple rechazo visceral, a lo largo de la historia hemos censurado o prohibido toda clase de libros. También ha habido mucha censura porque todos tenemos la piel muy fina, o porque muchos se la cogen con papel de fumar.
Por ejemplo, Huckleberry Finn fue y ha sido objeto de repetidas prohibiciones en las escuelas debido al uso de la palabra nigger(negrata), vocablo que en Estados Unidos ha adquirido un peso específico tan alto que incluso en los medios de comunicación se refieren a él como la palabra-n. En 1921, un tribunal estadounidense también declaró obsceno un pasaje del Ulises, de Joyce, y el libro estuvo prohibido hasta 1933. También sufrieron cortes y recortes Trópico de Cáncer, de Henry Miller, o Fanny Hill, deJohn Cleland.
En Australia se ha prohibido la pornografía donde aparezcan pechos pequeños. La autoridad que clasifica el material audiovisual en el país ha dictado esta norma porque considera que esta característica “fomenta la pedofilia en los consumidores de sus películas”. Por causas parecidas fue censurada Lolita, de Nabokov.
En China se prohiben los viajes en el tiempo. Los gobernantes de este país decidieron vetar el uso de este tema en televisión por ser “irrespetuosos con la historia” y “carecer de pensamientos positivos”.
Bajo esa premisa, uno se pregunta, también, ¿la FICCIÓN recrea alguna faceta de la REALIDAD o debe obligatoriamente, so pena de excomunión o denuncia, deformar la FICCIÓN para que influya en laREALIDAD para que ésta última se acabe pareciendo a la FICCIÓN? Si así fuera, ¿no deberíamos denunciar a los creadores de contenidos de FICCIÓN por tratar de cambiar la REALIDAD a su antojo bajo los parámetros ideológicos de la mayoría? ¿La FICCIÓN debe evangelizar?
La cosa se pone más peliaguda cuando hablamos de libros de no ficción. ¿Hasta qué punto es útil para la sociedad que prohibamos un libro que fomente el racismo o la homofobia? ¿Si podemos prohibir esos libros, no debería prohibirse los que fomentan la ignorancia, en general, por ser ésta más perniciosa a nivel social? Y si un libro fomenta el suicidio. O el consumo de estupefacientes. O poner los cuernos. ¿Dónde ponemos el límite? Peor: ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿Los efectos secundarios de la libertad no deberían ser asumidos sin más en vez de procurar que el mundo sea perfecto (y perfectamente censurado)? ¿Acaso conocemos el perjuicio que supone prohibir algo porque lo consideramos malo cuando, transcurrido el tiempo, resulta que puede que sea bueno? ¿No es más eficaz ignorar esa clase de publicaciones o refutarlas para evitar que adquieran un halo de mártir?
Mientras lucubramos acerca de todas estas preguntas difíciles, echemos un vistazo al top10 de la prohibición y la censura: quizá viendo lo estúpidas que son las razones de otros, podamos descubrir que estupidez que subyace en nuestras propias razones:
1. El origen de las especies, de Charles Darwin: motivos religiosos hicieron que este libro sea censurado en muchos países.
2. El Diario de Ana Frank, de Anne Frank: hasta el día de hoy existen personas que se oponen a que este libro sea permitido en las escuelas. Otros dudan de la credibilidad del texto.
3. Las mil y una noches: censurado en Egipto. Se le acusó de contener pasajes obscenos, que ponían en riesgo la integridad moral de los ciudadanos.
4. Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll: prohibido en China porque les otorga cualidades a los animales para que actúen en el mismo nivel que los humanos.
5. El Código Da Vinci, de Dan Brown: en Líbano, los líderes de la comunidad católica consiguieron que el libro sea prohibido ya que era ofensivo para su religión.
6. El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes: fue censurada en algún momento por “aspectos morales”.
7. Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling: en los Emiratos Árabes Unidos, este libro fue censurado por, supuestamente, incentivar la brujería.
8. La odisea, de Homero: las ideas griegas de libertad no fueron bien recibidas en los tiempos del emperador Calígula, por ello, él intentó vetarlo.
9. La Biblia, traducción de William Tyndale: por su traducción de la Biblia, en 1536 Tyndale fue ejecutado y luego quemado en público.
10. El Decamerón, de Giovanni Boccaccio: fue incluido en la “Index librorum prohibitorum”, la lista de libros prohibidos de la Iglesia Católica.

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