miércoles, 19 de febrero de 2014

Jon Sobrino: “Francisco dice cosas que están muy bien, aunque otras no las dice”.


El teólogo critica la globalización como “una trampa del lenguaje”
Yago de Coaña destaca la “beatificación popular” de Romero

El teólogo jesuita español Jon Sobrino opinó hoy que el papa Francisco “dice cosas que están muy bien” aunque “otras no las dice”. Sobrino, uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación, hizo este comentario durante su intervención en la presentación del libro de testimonios de cooperantes “El Salvador, 20 años en la memoria”, en un acto en la Casa de América en Madrid.

El teólogo, que viajó por primera vez a El Salvador en 1957 y ha residido allí la mayor parte de su vida desde entonces, hizo referencia en su discurso a los seis jesuitas -entre ellos el español Ignacio Ellacuría- y dos empleadas domésticas asesinados en 1989 en la salvadoreña Universidad Centroamericana José Simeon Cañas (UCA), durante el conflicto en dicho país entre 1979 y 1991.
“Sin honradez con la realidad no hay nada que hacer”, dijo Sobrino, mientras recordaba la dureza del conflicto salvadoreño y el papel que la Iglesia y los jesuitas jugaron en él.
“Hay que recordar lo real” porque con el discurso “políticamente correcto” solo llegamos “a algunas cositas”, no a las verdaderamente importantes, según el teólogo español, que a este respecto lanzó al público la pregunta “¿quién sabe ahora algo sobre El Salvador?”.
Terminó afirmando que la palabra globalización “es una trampa del lenguaje” y que el mundo “no se está haciendo más equidistante ni más homogéneo”.
El resto de ponentes que intervinieron en el acto también hicieron mención a la importancia de la presencia de la Iglesia y su acercamiento a los pobres en El Salvador.
El ex secretario de Estado para Iberoamérica español Yago P. de Coaña afirmó que las similitudes entre el espíritu de los sacerd
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otes en El Salvador durante el conflicto y el del papa actual le dan “una gran esperanza”.
Recordó también al sacerdote salvadoreño Óscar Romero, asesinado por un escuadrón de la muerte mientras oficiaba una misa en 1980, y afirmó que se le conoce como “San Romero de América” porque se ha producido una “beatificación popular”, aunque “está pendiente” la oficial.
El exembajador de España en El Salvador Fernando Álvarez de Miranda aseguró que, al llegar a ese país, tenía una idea de “lo que había sido la Iglesia en el franquismo” que supuso un choque con lo que encontró allí, “una Iglesia nueva que entraba en el corazón”.
En la presentación también intervinieron la coordinadora del libro “El Salvador, 20 años en la memoria”, Clara María Hermida, y el experto salvadoreño Valentín Cárcamo.
(Rd/Agencias)

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