domingo, 20 de marzo de 2016

El cortejo triunfal del Mesías.


por Ignacio Simal Camps

«Gracias sean dadas a Dios que en todo momento nos asocia al cortejo triunfal de Cristo y que, valiéndose de nosotros, esparce por todas partes como suave aroma su conocimiento.»
‭‭2 Corintios‬ ‭2:14‬ ‭BTI‬‬

Cada uno de los Evangelios sinópticos narran historias de personas perdedoras dentro del caldo social y/o religioso donde sus existencias navegan. Ellas forman el séquito que acompaña en el ir y venir del Mesías Jesús por tierras palestinas.

Es un séquito que anuncia que la hora de los que siempre pierden ha llegado. Ellos son vindicados en el mundo nuevo que Jesús de Nazaret proclama. Dios en Jesús se asocia a ellos, y ellos a Jesús. Y por donde caminan despliegan un suave aroma de esperanza a través de un conocimiento de Dios sin precedentes en la dilatada historia del pueblo de Dios. No hay rincón en el mundo que no sea impregnado de la esperanza del mundo que viene a interrumpir y transformar una historia lúgubre para aquellas personas que no son consideradas ni sabias, ni poderosas, ni aristócratas… Son aquellas que no cuentan para nada en el mundo (1Cor. 1:26,27).

Formar parte del séquito del Mesías Jesús logra que los que no cuentan recuperen la dignidad que les ha arrebatado el Imperio. Y también muchas otras personas que otrora eran cómplices del poder, se sumaron al cortejo mesiánico haciendo suya la causa de los que siempre pierden… Unos y otros despliegan un olor fragante a esperanza que penetra en todos los rincones y recovecos de nuestra aldea global. Soli Deo Gloria.

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